Había una vez una tortuga y un leopardo que eran vecinos. Él le dijo a ella que era fea y lenta y que él era guapo y rápido.
Un día el leopardo le dijo a la tortuga
Un día el leopardo le dijo a la tortuga
-¿te atreves a hacer una carrera conmigo?
La tortuga aceptó.
El recorrido consistía en dar dos vueltas a la plaza del parque. El primero en llegar ganaría.
La tortuga aceptó.
El recorrido consistía en dar dos vueltas a la plaza del parque. El primero en llegar ganaría.
Empezaron la carrera, el leopardo fue tan rápido que paró y vio una tumbona a lado de un árbol. Este pensó -" si la tortuga es lenta yo me puedo echar una siesta en esa silla tan cómoda". Y se la echó.
La tortuga vio al leopardo dormir tranquilamente y continuó a su ritmo.
Al final, el leopardo al despertarse creyó que la tortuga aún no habría llegado. Su sorpresa fue mayúscula cuando la vio cruzando la meta.
¡ TAN SORPRENDIDO SE QUEDÓ QUE INCLUSO SE DESMAYO...!
Autora: Mehakdeep.
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